domingo, 22 de abril de 2012

SALUD ES BELLEZA






Hace unos días me encontré con una conocida. Me quedé ojiplática. Había perdido 8 kilos. Donde antes había redondez, encontré marcas de huesos, donde había sensualidad me topé con decaimiento, y donde había expresividad, unas ojeras que acentuaban el cansancio. No supe que decir: sólo “qué delgada estas”. Lo peor es que ante este comentario, ella sonrió triunfante:

- ¡Gracias! Sigo la dieta Dunkam.

Así que este post es un alegato a las formas. Estamos tan acostumbrados a lo que nos venden que perdemos la conciencia crítica. 

Nos venden ideal de belleza por salud. Y ese ideal es todo menos saludable. Cada vez veo a más estrellas de televisión quedarse en los huesos, sin pechos ni caderas, cada vez oigo decir a más chicas delgadas, que están a dieta. ¿Dieta de qué? Hay que darse cuenta que la moda se rige por unos parámetros que buscan la venta y el enriquecimiento personal. En la época de las modelos voluptuosas, las estrellas eran ellas. Así que los modistos cambiaron de técnica. Si enseñamos mujeres sin curvas, solo huesos, nuestros vestidos serán los reyes de la pasarela y el diseñador la estrella. Y hoy más que nunca los diseñadores están en la cresta de la ola. Además no hay que olvidar que muchos de ellos son de tendencia homosexual, y su gusto por las formas masculinas está muy presente. Hoy la belleza de la mujer se presenta como un hombre andrógino. Sin curvas, sin vientre, y alejado de la esencia de mujer real. Y si no que se lo digan al último rey de pasarelas. Andrej Pejic, un hombre que desfila mostrando moda de mujer. Y no es de extrañar porque su cuerpo es similar al de muchas de sus compañeras femeninas.


Por eso hay que quitarse la venda y no querer imitar algo que se aleja de nosotras. Vamos a apostar por lo que somos. Por la mujer real, con el vientre con forma, vientre de Venus, con las caderas redondeadas, con busto o sin busto pero aceptándolo como parte de una misma. Y sobre todo por la diversidad: no todas somos iguales y que así sea por muchos años. 

Y en vez de intentar sentirse mejor haciendo dietas que atentan contra una misma, potenciar la autoestima cultivando el intelecto,  realizando proyectos enriquecedores, aprendiendo a tomar las riendas de la vida, haciendo ejercicio moderado y saludable, dedicando tiempo al descanso y a respirar en plena naturaleza y comiendo una dieta mediterránea, saludable que te mantenga con energía.

Y a ver si entre todos empezamos a cambiar este lema de Belleza igual a Salud y lo convertimos en lo que debe ser: la Salud un sinónimo de Belleza.